Dicen que la mejor improvisación es la que se prepara. Y nuestras estilistas lo saben muy bien. Por eso cuando llegan a una casa lo hacen con su librillo de trucos bajo el brazo para sacar lo mejor de cada espacio. Te damos 30 consejos que diversos estilistas  nos comparten para lograr una casa... ¡de revista! ¿Te animas a ser estilista de tu propia casa?

1. Una mesa de centro útil
La mesa de centro no es un expositor. No la llenes porque sí y pon cosas que realmente usas. Si colocas unas velas que sea porque las vas a encender y si hay libros de arte, es porque te gusta ojearlos. Si la mesa, además, cuenta con cajones, mucho mejor.

2. Poco, pero bien elegido
Para la mesa de centro, mejor dos objetos grandes que se entiendan entre sí que muchas piezas pequeñas. Así, evitas un resultado confuso y desordenado. En general, esto lo pienso para decorar toda la casa: mejor piezas grandes con presencia y personalidad.

3. Orden en la mesa de centro
Es mejor no colocar nada que se pueda caer o romper, sobre todo si hay peques en casa. Sírvete de cajas para guardar los mandos del televisor y del equipo de DVD. Las bandejas y los cestos, además de resultar muy decorativos, te ayudan a organizar.

4. Sofás con fundas de lino
Para vestir los sofás me encantan las fundas de lino en tonos neutros. Es una manera de renovar el sofá de manera fácil, y el lino tiene movimiento, peso, es muy natural y, a pesar de sus arrugas, es elegante.

5. Coloca pocos cojines
No es necesario llenar el sofá de cojines. Con dos grandes y una mantita o un plaid quedará muy bonito y vivido. Un consejo: mejor si son de tejidos naturales y con el relleno de plumas. 

6. Combina estampados
En interiores y exteriores me gusta mezclar cojines con estampados diferentes. La clave para combinar es tener un hilo conductor, por ejemplo un color, y jugar con las telas sin miedo.

7. Cojines y cuadros En ambientes muy neutros, como este salón, da mucha vida combinar el color de algún cojín con el tono del cuadro principal. Los cojines con diferentes texturas también enriquecen.

8. Detalles en blanco En el salón siempre es recomendable contar con algún elemento blanco (la mesa de centro, un cuadro, cojines...). Con ello lograrás dar sensación de frescor y limpieza. Además, el blanco es un gran aliado porque combina con todo.

9. La alfombra, mejor si es clara
Para mí una de las cosas básicas en el salón es colocar siempre una alfombra clara. Proporciona calidez y amplitud a partes iguales. Es una apuesta segura, también, en estancias pequeñas, lo mismo que la elección de muebles claros.

10. Haz crecer tus ventanas
Mi truco para que las ventanas parezcan más altas de lo que en realidad son consiste en colocar la barra de la cortina lo más cerca posible del techo y no justo donde acaban las perfilerías de las balconeras. No solo darás más altura a la estancia, ¡sino que, además, parecerá más amplia!.

11. Estores a varias alturas Es muy importante que la luz entre en casa, por eso siempre evito tener los estores bajados o las cortinas cerradas. Lo que siempre hago es subir los estores y dejarlos a distintas alturas. El hecho de que cada uno vaya a su aire da más movimiento y dinamismo al espacio.

12. Toques personales
Para que la librería quede mejor, combina los libros con otros objetos personales, como fotos, esculturas o cajas. De ese modo, el resultado es más ligero. Además, puedes aprovechar las cajas para mantener en orden lo más pequeño.

13. Juega con los espejos
Encima de la cómoda del dormitorio, en la repisa de la chimenea o sobre una consola u otro mueble. Un recurso decorativo que a mí me gusta mucho y queda muy bien consiste en realizar una composición con varios espejos de distintos tamaños. Solo hace falta apoyarlos en un mueble y elegir unos marcos trabajados. Proporcionan luz, suman profundidad y crean un rincón muy personal.

14. Rodéate de velas 
¡Ponla en todas partes! Destacan zonas que pasaban desapercibidas y, además, crean calidez".

15. Una flor para cada casa
Cada ambiente te pide un tipo de flor, por el estilo decorativo o la ubicación de la casa. Así, en ambientes más urbanos me gusta poner anthurium sin color, en rosa pálido o blanco, y también jacintos. En las casas rústicas, me decanto por flores más silvestres. Me encanta el delphinium, que tiene un color liláceo precioso.

16. Jarrones de cristal
Siempre utilizo jarrones de cristal transparente. Destacan el brillo del agua y da sensación de frescor. El tamaño de los jarrones y de los ramos debe ser proporcional al espacio y al sitio donde se van a colocar.

17. Ramos que combinen En el salón para mí es básico poner varios ramos, con flores distintas, pero que combinen bien entre sí. Por ejemplo, los jacintos blancos combinan muy bien con ramos de viburnum.

18. Coloca tres puntos de verde
Crear, en el salón, tres puntos de verde, ya sea de planta o de flor, es clave. Por ejemplo, en la mesa auxiliar, la de centro y la repisa de la chimenea. Eso sí, deben tener un nexo de unión, como una misma flor o que compartan tonalidades.

19. Mezcla tapizados
En la mesa del comedor puedes combinar sillas con distintos tapizados en tonos “empolvados” que engamen entre sí. Una idea para combinarlas es poner las de un color en los laterales y las de otro en las puntas.

20. Una mesa vestida de fiesta
Si pones la mesa para una ocasión especial, utiliza un mantel de lino crudo o blanco hasta los pies. Puedes añadir un sobremantel o individuales para dar un toque de color. Al cubrir toda la mesa, queda más redondeada, las esquinas desaparecen y dulcificas su aspecto.

21. Sé creativa en la mesa
Personaliza tus celebraciones con detalles creativos: confecciona individuales con papel, originales servillereros con telas o cintas, pon el nombre de tus invitados en etiquetas realizadas a mano... Las posibilidades son casi infinitas. Lo más importante es que hagas lo que hagas, la mesa refleje el cariño que le has puesto. Esta máxima la extrapolaría a la decoración de toda la casa.

22. En el comedor, flores discretas Cuando visto una mesa con flores, siempre prefiero colocar varios jarrones pequeños con una flor o un bol con flores en agua, en vez de un gran ramo, ya que puede entorpecer en la mesa.

23. Alacena más vistosa
En lugar de usar una balda para cada cosa, me gusta más combinar platos con copas y tazas. Da más riqueza. Al fondo levanto una fuente o un plato blanco para que reflejen la luz.

24. Reinventa tus piezas Uno de los trucos que siempre funcionan para poner una nota floral a la mesa de comedor o de centro es utilizar algunas piezas seleccionadas a modo de florero o centro de flores. Una sopera antigua, como aquí, o una jarra de cristal tallada decoran mucho más y dan un toque muy personal a la decoración.

25. Una cocina vivida
En la cocina es importante que haya alimentos a la vista en recipientes bonitos, como cestos con frutas. Puedes tener un pastel o unas madalenas recién hechas en una tartera de cristal. La cocina se verá más acogedora.

26. Aroma en el baño
En el baño me gusta tener, además del jabón que se está usando, otros jabones de pasta. Coloco distintos jabones en boles para que decoren y aromaticen el baño. Más ideas: poner una cesta con toallas, unas velas aromáticas y combinar toallas de rizo con otras de lino, siempre en colores suaves.

27. Prácticos dosificadores
Disponer de dosificadores para geles y champús es muy práctico y, además, decorativo. Así no tenemos botes de distintas marcas y tamaños, que darían más sensación de desorden.

28. Una cama con volumen
En el dormitorio me gusta que la cama tenga volumen y movimiento. Esto lo consigo poniendo cojines de distintas medidas y texturas. El dormitorio principal es el lugar idóneo para jugar con las telas y dar un punto más divertido y sofisticado a la cama y variar la decoración en función de la temporada.

29. Más cojines en la cama
Me gusta vestir la cama con cuatro cuadrantes distintos, en tela de sábana. Queda más apetecible. Puedes añadir dos cojines más pequeños que no uses para dormir, como toques de color.

30. Cuidar todos los sentidos El aroma a limpio es vital en el dormitorio. Yo pongo jaboncitos debajo de la almohada. Los prefiero a las bolsas de olor, porque me parecen más frescos y naturales.

Fuente: El Mueble