Cómo decorar el dormitorio para dormir bien

Además de ayudar a mejorar la memoria, fomentar la creatividad y ordenar la información recibida durante el día, dormir bien (entiéndase, entre 6 y 8 horas al día como mínimo) nos carga las pilas para hacer frente al día a día con energía. En este artículo encontrarás algunos consejos para convertir tu dormitorio en el lugar perfecto para descansar.

Todo Blanco
Una buena opción para llenar tu habitación de calma es apostar por el total look blanco. Para que no quede aburrido, asegúrate de tener varias texturas.

Una buena base
Empecemos por lo más esencial: tener un buen colchón. Aunque no son baratos, si el tuyo ya tiene más de 10 años, conviene que lo cambies. Es una de las mejores inversiones que puedes hacer. Además, rodéate de mantas, cojines y almohadas cómodas.

Volver a la naturaleza
Los toques verdes y azules y los tonos naturales de madera tiene un efecto relajante instantáneo, ya que nos recuerdan a la naturaleza. Combinados con un gris oscuro aseguran el perfecto balance cromático.

El poder de la neutralidad
Otra buena opción cromática para un resultado tranquilo y sereno son los colores neutros. Manténte en esta gama y evitarás toda estridencia que perturbe tu sueño.

Simetría
Nos sentimos más tranquilos ante algo simétrico. Utiliza esto en tu dormitorio disponiendo los muebles de forma simétrica, pero, para no hacerlo muy monótono, introduce algún cambio. Por ejemplo, elige dos lámparas con la misma forma y colores ligeramente diferentes.

Menos (muebles) es más (descanso)
El estilo minimalista es perfecto para lograr un dormitorio sin distracciones a la hora de dormir. Tener los muebles justos garantiza horas de sueño.

Aislarse
Para evitar ruidos que puedan despertarte, opta por un cabecero tapizado o por entelar una pared. Una alfombra gruesa también conseguirá que te olvides de tus molestos vecinos de abajo.

Todo guardado
Que lo último que veamos antes de cerrar los ojos sea desorden, no es lo que más va a facilitarnos el descanso. Los armarios, las cómodas y los cajones son nuestros grandes aliados para tener todo guardado.

Lugar relajante
¿Los días en que mejor dormiste fueron aquellos que pasaste en la playa? ¿Descansaste mucho durante ese fin de semana que te alojaste en esa casita en la montaña? Lleva ese sentimiento a tu dormitorio con fotografías o papeles pintados que te recuerden a ese lugar.

Luz
Es un punto muy importante para dormir. Apuesta por unas lámparas con una potencia regulable y ve bajando la intensidad a medida que se acerca la hora de irse a la cama.

Cero distracciones
Cuando no puedes dormir, ves los números rojos correr en el despertador y te desesperas aún más. Opta por un despertador de los tradicionales y no dejes ningún dispositivo electrónico en stand by (las luces de estos aparatos pueden distraerte al conciliar el sueño). O, mejor, saca todos los aparatos eléctricos del dormitorio.

Oscuridad
La oscuridad total ayuda a lanzarse más fácilmente a los brazos de Morfeo. Asegúrate de que tus persianas cierran por completo o de contar con unas cortinas tupidas.

Vistas
¿Eres de los afortunados que tiene el mar, una montaña o un jardín a los pies de tu cama? Aprovéchalo y oriente tu cama hacia esta vista relajante. Si, por el contrario, lo que se ve por tu ventana te estresa, coloca tu lecho de tal forma que no lo veas.

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