Elige muebles versátiles y proporcionados al espacio, protégela con
toldos, elige plantas y flores pequeñas y aprende a colocarlas para que
amplíen visualmente el espacio. Te contamos unos cuantos trucos para que
tu terraza en un departamento, se vea espléndida.
Toma medidas y piensa en el uso
Lo
primero que debes hacer es pensar qué función quieres darle a la
terraza (si la utilizarás para tomar el sol, para comer al aire libre,
para sentarte a leer...). Destina a esta función la mayor parte de la
terraza o, incluso, su totalidad. Toma medidas y elige unos muebles que se adapten al espacio.
Deja libre el espacio central
Coloca
los muebles y plantas pegados a la pared o la barandilla. Los muebles
de obra, a medida, aprovechan mejor el espacio. Un banco de obra debe
tener unos 40-45 cm de altura y unos 50-55 de ancho. Ten en cuenta que,
para que sea más cómodo, deberás cubrirlo con colchonetas o cojines.
Unifica los materiales
Reviste
muebles de obra, paredes y suelo con la misma madera para crear una
estética unificada. Elige maderas resistentes como las tropicales o suelos técnicos que parecen de madera, son impermeables y no necesitan mantenimiento. Las lamas deben colocarse en dirección al desagüe.
Muebles: ni uno de más
No
abuses de los muebles, utilizar pocos te ayudará a ganar sensación de
amplitud. Hay materiales, como el aluminio o la forja, que son
visualmente más ligeros que la madera o el ratán. También debes elegir
piezas de tamaño proporcional a la terraza. Una mesa o una tumbona demasiado grandes solo servirán para acentuar la falta de metros.
Aprovecha las paredes
A
falta de metros, pueden servirte para almacenar. Puedes utilizar su
superficie para colgar plantas, lámparas, objetos decorativos e,
incluso, muebles plegables. Una original idea para disponer de un
asiento o de una mesa hasta en los balcones más estrechos es fijar en
ella unos tablones que se plieguen sobre la pared.
Flores pequeñas para terrazas mini
Contribuyen a que el espacio parezca más amplio. Es el caso del ceanothus, galán de noche, lantana camara...
Elige siempre las plantas en función de la cantidad de sol que reciba
la terraza. Si es soleada opta por geranios, petunias, rosas o zinnias. Y
si es sombría, decántate por fucsias, hortensias, begonias, anémonas,
prímulas o ciclamen.
Transforma los muros en paisaje
Cubre
las paredes con trepadoras: ganarás frescor y profundidad. Coloca una
celosía para que las enredaderas crezcan hacia arriba. Si eliges
trepadoras aromáticas como jazmín, dipladenia o madreselva, además
perfumarás la terraza. Para crear más profundidad, cubre la pared con plantas de hoja clara y pon delante plantas de hoja más oscura.
Crea un espacio de almacenaje
Al
proyectar la decoración de la terraza te será muy útil incluir una zona
de almacenaje como un miniarmario, un baúl o un banco con espacio bajo
el asiento. Te servirá para guardar las herramientas de jardinería y
mantener el orden y, en invierno o en días de lluvia, para guardar los cojines y otros textiles y evitar que se estropeen.
Crea una zona de sombra
El
toldo más sencillo es el tipo telón (desde 3 x 1,80 m) que cae
en vertical sobre su eje y que puede fijarse a la barandilla. También
puedes instalar uno de punto recto que se enrolla sobre brazos laterales
(desde 3 x 1 m), o de brazos invisibles (desde 3 x 1,50
m) para que estos no molesten una vez extendidos.
Luz sí, pero sin excesos
Instala
varios puntos de luz para poder disfrutar de la terraza también de
noche. Los apliques ocupan poco espacio, pero no abuses de los vatios:
una luz excesiva rompería el encanto. Una alternativa económica son las
lámparas solares, que dan una luz tenue. Y no te olvides de las velas, además de crear una luz mágica, decorarán la mesa de exterior.
Un interior y exterior
Coordinar
la decoración del interior de la casa con la de la terraza creará una
prolongación visual de ambos espacios y hará que parezcan más grandes.
Puedes conseguirlo utilizando muebles de un mismo estilo, un mismo tipo
de pavimento (parquet dentro y tarima de madera fuera, por ejemplo) o textiles de una misma gama de color.
Ligeros, apilables y de doble función
Opta
por muebles que puedan desempeñar varias funciones: ligeros para poder
moverlos fácilmente; y apilables o plegables. Podrás sacarlos o
recogerlos según la ocasión y te simplificarán la tarea de guardarlos en
invierno.
Cómo colocar las plantas
Puedes colgarlas del techo, de la pared o de la barandilla. Elige especies colgantes como amor de hombre (tradescantia), petunias surfinas, o lobelia, o especies aromáticas como menta, romero o albahaca, que además podrás aprovechar para tus recetas.
Otra opción es agrupar las plantas en un rincón, creando un efecto
“escalera” con las plantas de hoja más grande detrás (colocasia,
pilistras…) y las de hoja pequeña delante (ficus benjamina, buxus…).
Bancos como asientos
En
las terrazas pequeñas o muy estrechas, donde apenas caben unas sillas
pequeñas, una alternativa es colocar una bancada adosada a una de las
paredes de la terraza. Obtendrás un lugar para sentarse, pero sin
sobrecargar el espacio. Si es para un comedor de exterior,
complétalo con taburetes que puedas guardar bajo la mesa cuando no los
uses. Unos cojines de color vivo o con un estampado floral te ayudarán a
convertirlo en un rincón más acogedor.
Y si tienes un balcón mínimo...
Y
no cabe ningún mueble, puedes recrear la sensación de un espacio al
aire libre si colocas dentro de casa, junto a la puerta del balcón, una
mesa y un par de sillas de jardín, y creas cierta continuidad entre el
exterior y el interior con colores o materiales similares. Al sentarte y
abrir las puertas
tendrás la impresión de estar en el exterior. No olvides crear un fondo
verde. Coloca maceteros en la barandilla, con plantas que cuelguen unos
centímeros, y ganarás frescor natural.
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