Si hay una estancia de tu casa que merece toda tu atención (decorativa)
ese es la sala. Es donde pasas más horas, el que recibe más visitas y
el espacio que, en principio, debe reflejar tu personalidad. Por eso, si
su decoración es algo sosa y aburrida (zzz...) esa es la imagen que
queda de tu casa ¡y de ti! Pero no te preocupes, entre una sala sin
chispa a otro con estilazo hay pocos pasos. Atrévete a darlos y llena de
vida tu salón.
Los cojines los cambian todo
Ya lo sabes nosotros somos fans
de los sofás neutros. Y no solo porque son atemporales y quedan bien con
todos los estilos, sino porque son la mejor base para llenar el salón
de color con los cojines.
Pero no se trata de llenar el sofá de modelos cada uno de su padre y de su madre, sino de elegir un estilo y combinar los cojines con sentido.
El truco para que encajen modelos distintos es que tengan algo en
común. Puede ser un estampado –todos de flores muy distintas– o un color
–jugar con la gama de los azules, por ejemplo.
Otro secreto para
que el resultado quede equilibrado es combinar lisos y estampados y
cojines de distintos tamaños. Pero ojo, no te pases, si tardas más en
apartar los cojines que en sentarte, entonces, es que tienes demasiados.
Que las paredes hablen por ti
Y puestos a dar color, echa un
vistazo a las paredes. ¿También son grises? Pues ya no queremos que
pasen desapercibidas nunca más sino que digan: "Hola estoy aquí, y soy
tan intensa".
Si tu salón tiene luz, puedes atreverte con un color
que impacte, como un azul petróleo (el de la imagen es de Valentine).
Si necesitas más claridad, opta por un color pastel, que te ayudará a
conseguirla. Rosa, amarillo, mint... elígelo en función de tus muebles.
Verás como nadie se atreve, nunca más, a llamarle soso.
Y para que
las paredes no se vean como a parte del resto de decoración puedes
repetir su color en los cojines (de nuevo, los cojines) y elegir el
resto de elementos de materiales que los maticen y realcen. ¿Lo que
nunca falla? Maderas lavadas, fibras y toques de verde...Y que no te de
vértigo pintar, te contamos cómo pintar la casa y no morir en el intento.
¡Y que tengan mucho arte!
Pero nada de cuadros solitarios
detrás del sofá, eso ya no se lleva, las ilustraciones de plantas y
animales son las obras de arte de moda. Combina varias y deja tu pared a cuadros.
Para
que la composición quede equilibrada, lo mejor es que reproduzca una
figura geométrica sencilla, como un cuadrado o un rectángulo, y que
mezcle láminas grandes con otras pequeñas. Antes de colgarlas prueba la
composición con trozos de papel del tamaño de las láminas en la pared,
así verás como quedan antes de hacer algún agujero en vano.
El
truco para que las ilustraciones destaquen más es elegir marcos blancos o
de madera lavada. Así la obra es la auténtica protagonista.
El verde que lo pongan las plantas
Si tu segundo nombre es
"mata plantas" te aconsejamos que te unas a la cactusmanía y crees un
rincón verde en tu salón combinando variedades de cactus y plantas
crasas. Son decorativas y fáciles de mantener: necesitan luz natural y
un poco de agua una vez al mes. Son, prácticamente, indestructibles y
así te librarás de tu sobrenombre.
Para que el rincón tenga más
vidilla mezcla plantas altas y bajas, de formas diferentes, y agrupa en
un cajón varios cactus mini. Y para darle movimiento juega con los
niveles: pon las más grandes en el suelo, las medianas sobre un mueble o
consola y las más pequeñas en grupo en una balda intermedia.
Si además de sobrevivir quieres que luzcan hermosas y lozanas ponlas
en macetas de barro: les van muy bien porque no retienen el agua y
airean sus raíces. No las riegues mucho y, de vez en cuando, sácalas
fuera para que les de el aire. Puedes saber qué plantas son perfectas
para tu casa (y para ti) haciendo nuestro test y encuentra tu planta ideal.
Crea un mueble que solo tengas tú
Puede
ser una pieza de herencia algo destartalada o la típica alacena que
tiene todo el mundo. Cuando estés cansado de un mueble y estés a punto
de darle pasaporte piensa: ¿puedo reinventarlo? Si la respuesta es sí,
conseguirás que una pieza vieja o anodina se convierta en un mueble
único.
Fuente: El Mueble
0 comentarios